La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha publicado recientemente una nota técnica con recomendaciones destinadas a ayudar a los usuarios a minimizar los riesgos que supone la navegación y, en particular, el seguimiento al que –como sabemos– se ve abocada nuestra actividad en internet.

El uso de las cookies

En la nota técnica, la AEPD realiza un recorrido a través de las diversas técnicas y métodos (tales como cookies, identificadores únicos de publicidad, logs o servicios de autenticación) utilizados por páginas web y servicios de internet para hacer un seguimiento de la actividad que realizan los usuarios en la red, normalmente para la elaboración de perfiles de los usuarios que permitan el envío de material promocional personalizado y con fines analíticos. La AEPD recuerda, además, que este tipo de técnicas no sólo están presentes en los navegadores de nuestros ordenadores, sino también en teléfonos móviles, iPads y otros dispositivos inteligentes (incluidas las Smart TV).

Recomendaciones de la AEPD

La AEPD propone una serie de recomendaciones para mejorar el nivel de control y protección de los usuarios frente a los seguimientos no deseados. Distingue entre recomendaciones básicas y recomendaciones dirigidas a usuarios avanzados.

A título ilustrativo, la AEPD incluye entre las primeras:

  • Considerar la privacidad como un elemento crucial tanto a la hora de elegir un determinado navegador como al descargar.
  • Minimizar los eventuales riesgos, por ejemplo, evitando la instalación de aplicaciones innecesarias o asegurando la actualización del navegador de modo que incluya las últimas tecnologías de protección.
  • Elegir las cookies o tecnologías de terceros que se desee permitir a través de la configuración del navegador.
 

Entre las recomendaciones a usuarios avanzados, la AEPD apunta al empleo de técnicas más sofisticadas como:

  • Configurar en la red doméstica un bloqueador de consultas DNS que agregue y detecte listas de dominio a los que se restrinja la conexión de forma automática.
  • Navegar a través de una red privada virtual (VPN).
  • Instalar máquinas virtuales en el sistema y navegar en las sesiones virtuales.
  • Utilizar sistemas operativos específicamente diseñados para garantizar la privacidad y el anonimato.

 

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